EL TEXTO ARGUMENTATIVO
Jorge Luis Medina Céspedes
UPN
LA EUTANACIA
Sabemos muy bien
que la toma de nuestras decisiones
determina el rumbo de nuestras vidas; pero, ¿qué sucede cuando tenemos que
decidir por la vida de otras personas? A todos nos consta que afrontar una
situación como la de la EUTANACIA nos resulta más difícil para las personas que
acompañan al enfermo, que para el enfermo mismo. La Eutanasia es el acto de
provocar la muerte a una persona enferma, sin embargo esta palabra aún tiene un
sentido muy ambiguo, su significado es sumamente importante ya que a partir de
éste es que se genera las controversias, como dar la muerte al recién nacido
deficiente que se presume que ha de llevar una vida deficiente, la ayuda al
suicida para que consume su propósito, la eliminación del anciano que se
presume que no vive ya una vida digna o la abstención de persistir en
tratamientos dolorosos o inútiles para alargar la agonía de un moribundo. Ante
esta aparente manipulación de las palabras
por parte de los promotores de la eutanasia me pregunto ¿cualquier
persona puede tener derecho físico sobre la vida de otra persona? ¿Pueden los
médicos, familiares o amigos decidir por la vida de un paciente? Yo creo que
ayudar a alguien a morir es considerado un delito.
Afirmo
esto, pues dar muerte a otro, consciente y deliberadamente, por muy aparente
noble que parezcan las causas que lo animen a ejecutar tal acción, es de todas
maneras un homicidio. Cuando
uno está sólo, anciano, enfermo es fácil sufrir ansiedad y depresión que llevan a querer morir. Cuando se niega la
eutanasia, los médicos y terapeutas se esfuerzan por curar esta depresión,
devolver las ganas de vivir y casi siempre tienen éxito si el entorno ayuda.
Por
el contrario, estar a favor de la eutanasia, en vez de esforzarse por eliminar
la depresión, se tiende a eliminar al deprimido "porque lo
pide". De este modo, desde el punto de vista de quién la practica, se dice que toda persona es autónoma y tiene
derecho a decidir sobre su vida y en determinadas condiciones, puede llegar a
ser indigna; condición que quebrantaría el derecho de la dignidad humana.
La persona, como paciente, tiene el máximo derecho en la toma de decisiones médicas que a ella se refieran. Se dice que una vida que no se puede vivir no es un privilegio, es un castigo y no es justo el someter al hombre a dolorosas situaciones, cuando se tiene el poder de evitarlo.
La persona, como paciente, tiene el máximo derecho en la toma de decisiones médicas que a ella se refieran. Se dice que una vida que no se puede vivir no es un privilegio, es un castigo y no es justo el someter al hombre a dolorosas situaciones, cuando se tiene el poder de evitarlo.
En conclusión, considero de todos modos
que manejar el dolor y dejar que la naturaleza siga su curso son las únicas
formas éticas de actuar, además, considero que hay que eliminar el
sufrimiento humano, más no al ser humano que sufre. la intención aquí no es
matar al enfermo por medio de fármacos para entonces aliviarle sus
sufrimientos, sino la de aliviarle sus sufrimientos por medio de medicinas
adecuadas, teniendo a favor los avances prodigiosos de la medicina y las
diferentes alternativas de curación física, mental y espiritual.
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